Democracia y ciudadanía
Ciudadanos de todo el mundo, comprometidos en diversos niveles y ámbitos de la política, se reúnen en Loppiano para deliberar sobre la representación y la participación política.
«Se oyó la voz de un poeta gritar: Caminante no hay camino, se hace camino al andar …» (Antonio Machado). Con grata sorpresa para los asistentes españoles, Lucia Fronza, presidenta internacional del Movimiento Político por la Unidad (MPPU), abría con la cita del gran poeta sevillano su discurso introductorio en el congreso internacional “Democracia y Ciudad. Entre representación y participación”, que tuvo lugar en la localidad italiana de Loppiano los días 3 y 4 de noviembre.
El nuevo auditorio de Loppianon, en el incomparable marco del otoño toscano, rico de colores y contrastes, acoge a unas 575 personas de los más variados países: Italia, Alemania, España, Hungría, Brasil, Argentina, Camerún, Corea, etcétera. ¿Qué denominador común tienen los asistentes? Se trata de ciudadanos comprometidos en política en los más diversos niveles y ámbitos: políticos en activo de ámbito local, nacional e internacional, estudiosos, funcionarios y ciudadanos en general, muchos de ellos jóvenes, comprometidos de un modo u otro en la construcción de la polis.
Fueron dos días de duro e intenso trabajo. Dos argumentos habían sugerido el tema del congreso: la convicción de que la participación ciudadana es hoy una de las carencias más serias de nuestras democracias (y al mismo tiempo parte indispensable del camino de una renovación) y la constatación de un importante número de experiencias (modestas, pero consistentes) de buenas prácticas que, a partir de distintos puntos del espacio público, están ya ofreciendo respuestas concretas, están poniendo en movimiento “círculos virtuosos” impensables en lugares muy distintos.
La mañana del sábado 3 fue dedicada a la teoría. Lucia Fronza presentó a todos los asistentes el MPPU. Se constata como, aun dentro de sus modestas dimensiones, se va construyendo poco a poco. Como diría Machado: se va abriendo camino al andar… y una nueva cultura política –sin que sea apenas perceptible– va impregnado ámbitos de actuación necesitados de renovación y diálogo.