Desde la antigüedad los guisantes, junto a las judías, son un alimento importante para muchas poblaciones. Pensemos que se han encontrado restos carbonizados de guisantes en asentamientos neolíticos, es decir, siete mil años antes de Cristo. Hoy es difícil establecer su origen, aunque se sospecha que podrían proceder de China, si bien es cierto que actualmente el mayor productor de guisantes es la India. A Europa probablemente llegaron desde Egipto o Palestina, pues de hecho se hallaron guisantes en las pirámides egipcias y en las excavaciones de Troya. Hasta el siglo XVI el guisante se utilizó como grano seco y como forraje, sólo después se empezó a consumir fresco.
Esta legumbre es la más rica en azúcares (aproximadamente el 15%) y es la que más suele gustar a los niños. Tiene un considerable contenido de vitaminas C y B1, vitaminas que sin embargo se destruyen en buena parte durante la cocción. Una porción de guisantes cocidos (más o menos 70 gramos) contiene 1/4 de vitamina C y 1/3 de vitamina B1. Los guisantes son las legumbres frescas más ricas en vitamina A (49 mcg) y contienen muchas sales minerales: cobre, fósforo, cinc, calcio y potasio.
Hay muchas variedades de guisantes, que se distinguen por la forma de la semilla (lisos, arrugados), por su color (verde, amarillo, blanco), por el tamaño de la planta (enano, semitrepador, trepador) y por su consumo (vaina y semillas, sólo semillas). La variedad tirabeque o cometodo se puede comer con vaina cuando son muy tiernos. Tanto la vaina como las semillas, que son muy pequeñas, tienen forma achatada y se suelen recolectar cuando todavía no están maduros, por eso se puede comer todo. Este tipo de guisantes son muy ricos en fibras, en carotenoides y en vitamina C.
Todos los tipos de guisantes son considerados beneficiosos para el aparato cardiovascular gracias a sus fibras solubles (pectina, etc.), que ayudan a reducir el colesterol. Según algunos nutricionistas, llevan a cabo una leve acción antihipertensiva y también los consideran antianémicos. La presencia en ellos de ácido fólico hace que sea aconsejable consumirlos durante el embarazo. Por otra parte, en las curas naturistas se aconsejan como comida energética y útil para combatir el estreñimiento.
