Hacía dos años que salía con ese chico y me fiaba totalmente de él. Decía que me quería mucho y que no podía vivir sin mí, que me adoraba... Pero de pronto he descubierto que desde hace meses me engaña con otra. Estoy muy dolida y desilusionada. Toda la ilusión que tenía de haber encontrado a un chico con el que podía formar una familia cristiana se ha ido a freír espárragos.
Me pregunto cuál será el ideal por el que vale la pena vivir: ¿la profesión?, ¿cuidar la propia imagen, la moda, el maquillaje, el gimnasio, la diversión desenfrenada...? ¡No, gracias! Todo eso no va conmigo. No me queda otra opción que volver a empezar de nuevo mi vida. ¡Qué trabajo! ¿Qué hacer para no volver a equivocarme?
C. H.