En esta ocasión queremos conocer mejor las posibles manifestaciones del comportamiento homosexual durante la adolescencia. Hablar de la homosexualidad, en general, supone afrontar una realidad sobre la cual no se ponen de acuerdo ni la sociedad ni la comunidad científica. También en la Iglesia hay diversidad de opiniones, y entre los mismos católicos existe la duda, aunque el Magisterio es claro al respecto (CIC nº 2357).
Este desacuerdo fomenta una gran confusión y, como consecuencia, desesperanza y resignación. Se asume la idea de que es algo que se tiene que aceptar, sin intentar siquiera aclarar si en un determinado caso nos encontramos ante una tendencia real de este tipo.
Actualmente se considera que la génesis o causas psíquicas del comportamiento homosexual siguen siendo múltiples. Dicho de otra forma, las teorías que intentan dar una respuesta son muchas y muy variadas. Lo que sí sabemos con seguridad es que al final de la pubertad y principios de la adolescencia es típico tener dudas sobre la propia orientación sexual. En muchos casos se confunden sentimientos de amistad con sentimientos de enamoramiento. También hay problemas de autoestima y, con el caldo de cultivo que tenemos social y políticamente, nuestros adolescentes tienen serias dudas. De esta forma, una situación que en otro tiempo hubiera sido algo anecdótico, ahora se vive como una experiencia que puede cambiar el rumbo de la vida.
Por lo tanto, ante la manifestación de una posible o cierta orientación homosexual, se debe animar a la persona a buscar ayuda profesional. Pero de un profesional que intente averiguar el origen y pueda realizar un proceso terapéutico para ir al encuentro de los problemas que motivan y mantienen esa situación.
