logoIntroduzca su email y recibirá un mensaje de recuperación de su contraseña






                    




articulo

Homenaje a Fernando Guerrero

Angel Bartol

Resumen de la intervención de D. Ángel Bartol durante la presentación del último libro de Fernando Guerrero, en el que traza la trayectoria de esta figura dedicada al Movimiento de los Focolares y a la Iglesia.
Fernando Guerrero, 90 años, casado, padre de 6 hijos y abuelo de muchos nietos, es abogado y juez en excedencia. Fue profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad de Salamanca. Durante varios años ejerció como secretario de Acción Social Empresarial, así como de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia. La empresa y la familia son dos mundos en los que Fernando Guerrero se ha implicado con enorme dedicación, trabajando intensamente a favor de lo que hoy se llama “responsabilidad social de las empresas”, y en todos los temas relacionados con la defensa de la vida y la familia. Fruto de esta dedicación son algunas de sus obras publicadas en Ciudad Nueva («Mensaje social de la Iglesia, de León XIII a Benedicto XVI»; «Una opción en favor de la vida»; «El Misterio del amor según las enseñanzas de Karol Wojtyla»). Entre otros trabajos en el campo editorial, destaca la edición en dos volúmenes de «El Magisterio pontificio contemporáneo», que dirigió para la BAC, una obra imprescindible para quien quiere conocer a fondo el magisterio. Por sus méritos y servicios a la Iglesia, en 1990 recibió el nombramiento de Caballero de la Orden Pontificia de S. Gregorio Magno, y en 1991 participó como auditor en el Sínodo de los Obispos para Europa. Los Focolares A finales de los años 60, Fernando conoció el Movimiento de los Focolares. Con muchos años de vida cristiana coherente a sus espaldas, con un notable bagaje cultural y un amplio conocimiento de la Iglesia y sus espiritualidades y después de haber participado activamente en distintas realidades eclesiales, su encuentro con los Focolares le llevó a una adhesión plena a su estilo de vida y desde entonces ha sido un miembro cuya vida ha edificado y sigue edificando a muchos otros. En el corazón del Movimiento se encuentran los “focolares”, pequeñas comunidades compuestas por laicos entregados a Dios según su estado. Después de algunos años de adhesión al Movimiento, Fernando quiso formar parte de una de estas comunidades, y dirigiéndose a la misma Chiara Lubich, a pesar de contar ya con una edad que lo hacía en cierta forma excepcional, le pidió su aprobación para ser admitido como “focolarino casado”. Ella accedió impresionada por su humildad y disponibilidad. En el esfuerzo por imitar a María en la sencillez de la vida diaria, Fernando podría decir también: «Nada hay pequeño si se hace por amor», porque importa el cómo más que el qué. De su amor por la Virgen nació el libro «31 días con María». Ciudad Nueva La estrecha colaboración de Fernando Guerrero con la Editorial Ciudad Nueva está íntimamente unida a su servicio eclesial y a su vida como miembro de los Focolares. Desde el primer momento puso a disposición de la Editorial su preparación y sus conocimientos, participando en sucesivos consejos de redacción de la revista y en el consejo editorial. A partir de su jubilación profesional, a mediados de los años 80, se entregó en cuerpo y alma a su trabajo por la Editorial Ciudad Nueva, sugiriendo o dirigiendo nuevas ediciones y colecciones, como la Biblioteca de Patrística, de la que también fue impulsor. En ese período realizó innumerables viajes por toda España para participar en los actos de presentación de los libros que se iban publicando, como cuando viajó a Valencia para presentar «El Mensaje social de la Iglesia en los Padres de la Iglesia» en presencia del entonces arzobispo, Mons. Roca Cabanella. Y un momento de especial gozo fue la audiencia que Juan Pablo II le concedió en 1990, en la que pudo hacerle entrega de algunos libros de la colección Biblioteca de Patrística. Durante años la revista Ciudad Nueva ha visto en sus páginas innumerables artículos suyos, además de su trabajo constante en el seno del consejo de redacción. Con su presencia y aportación, Fernando ha dado espesor cultural y seguridad doctrinal a muchas de las publicaciones de la Editorial, siendo una referencia segura en cualquier situación. La Doctrina Social Fernando Guerrero ha dedicado su vida al estudio de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI). Ya en 1946 empezó a enseñarla y difundirla, dejando de lado otros desarrollos profesionales que le podían haber reportado mayor lucro, algo que nunca ha buscado. «Mi convicción más profunda –afirma en su último libro– es que el mundo actual (…) podrá hallar solución a sus problemas y aspiraciones, a sus desigualdades y angustias cuando vuelva de verdad al Evangelio de los pobres, al Evangelio de la verdad y del amor, que es liberación para los oprimidos y conversión para los opresores (y todos lo somos, de alguna manera, de nuestros hermanos más débiles)». Sus aportaciones en el campo de la DSI han sido siempre bien valoradas, apreciadas y requeridas por los obispos españoles, quienes han tenido en Fernando Guerrero un colaborador leal y fiel. A petición de ellos ha redactado cartas, documentos y mensajes, en la mayoría de las ocasiones permaneciendo en el anonimato, siempre fruto de su servicio inteligente y de corazón a la Iglesia, a la que ama con pasión. Chesterton diría: «La Iglesia nos pide que, cuando entramos en ella, nos quitemos el sombrero, no la cabeza». Una inteligencia iluminada por la Sabiduría es lo que Fernando ha querido ofrecer siempre y para ello nada mejor que unir saber y querer, o lo que es lo mismo, conocimiento y vida, razón y fe. Persona abierta al diálogo, al encuentro, al intercambio serio de opiniones, a la vez que apologista apasionado, defensor de la verdad del Evangelio, ha hecho de la misma un ofrecimiento, proponiéndola, no imponiéndola, teniendo conciencia de que, en palabras de santa Teresa de Jesús: «La verdad padece, pero no perece». Se podrían decir muchas cosas, pero para resumir en pocas palabras la vida y el quehacer de Fernando Guerrero, tal vez nadie podría hacerlo mejor que la misma Chiara Lubich: «Descubrir, o mejor, redescubrir que Dios es Amor es la aventura más grande del hombre moderno». Para llevar a cabo esta aventura, Fernando ha sido su fiel reflejo: «Siento mi impotencia, pero la abandono en Dios. Todo lo baso en una fe que no desfallece: (...) creo que Dios me ama y en nombre de ese amor, le pido a mi vida y a la vida de las almas que caminan en mi Ideal –dice Chiara– cosas grandes, dignas de quien sabe que es amado por Dios»*. *) Carta a Elena, 16-04-1944 (cf. Ciudad Nueva, nº 472, febrero 2010, p. 7). Con motivo de la presentación de su último libro, «Mensaje social de la Iglesia, de León XIII a Benedicto XVI», el pasado 29 de abril la Editorial Ciudad Nueva rindió un sencillo homenaje a Fernando Guerrero Martínez, quien durante 25 años ha formado parte de sucesivos consejos de redacción de esta revista y del consejo editorial. En el acto intervinieron D. Manuel Mª Bru Alonso (responsable de transmisiones litúrgicas de COPE y de la programación religiosa de Popular TV), D. Pablo Velasco Quintana (asesor de proyectos del Instituto CEU de Humanidades “Ángel Ayala”), D. Ángel Bartol Gajate (co-delegado del Movimiento de los Focolares en España), y D. Gabriel Revuelta López, director de la Editorial Ciudad Nueva.



  SÍGANOS EN LAS REDES SOCIALES
Política protección de datos
Aviso legal
Mapa de la Web
Política de cookies
@2016 Editorial Ciudad Nueva. Todos los derechos reservados
CONTACTO

DÓNDE ESTAMOS

facebook twitter instagram youtube
OTRAS REVISTAS
Ciutat Nuova