Estaba un día hablando por el ordenador con un amigo mío cuando de repente el programa se bloqueó. Entonces lo llamé por teléfono y quedamos en que en cuanto solucionase el problema, me volvería a poner en contacto con él. Sólo que en ese momento me surgieron otras cosas y al final pasaron varios días antes de llamarlo. Él está muy enfadado y me acusa de ser un maleducado y un insensible. Y yo me siento fatal porque me he dado cuenta de que no sé relacionarme correctamente con el prójimo... Mi vida es un fracaso…
T. M.