En esta ocasión, queridos lectores, permitidme que me dirija a mis compañeros, aquellas personas que están al lado de los enfermos.
Al tratar a un enfermo nos encontramos dos o más personas (paciente y profesional, profesional y profesional, etc.) en un momento y un lugar determinados y con un fin específico. Éste puede variar: desde prestar cuidados y atención hasta proporcionar información, comprensión, etc. Pero no sé si habéis pensado que también incitamos una relación entre nosotros, dos personas distintas con conocimientos, experiencias, deseos y fines diversos. ¿Puede esta interrelación modificar nuestro trabajo? Juzguen ustedes tras lo aparecido en distintas publicaciones.
Los sanitarios que son más respetuosos con los pacientes informan más y expresan más afectos positivos a sus pacientes. Además esto es percibido por los propios pacientes y sus familiares (1). De hecho, cuando se produce una alianza terapéutica en el tratamiento médico se asocia a mejor cumplimentación y satisfacción de los pacientes (2).
La satisfacción en el trabajo de las enfermeras se relaciona con trabajar junto con los otros profesionales, tener más autonomía y con el estrés del trabajo (3).
