UNA CADENA DE AMOR... CON MÚSICA
Naroa y María Chiara: Un día, viendo las noticias sobre la guerra en Ucrania, dijimos: ¿Cómo podríamos ayudar a todas estas personas que hace nada vivían como nosotros? ¿Qué podíamos hacer personalmente? ¿Cómo podíamos ayudarles poniendo a disposición nuestros talentos? De aquí la idea de hacer un concierto solidario. En seguida nos pusimos a trabajar. Empezamos a soñarlo entre siete primos, todos músicos, y nuestras familias, que nos apoyaron en todo. Hablamos con nuestro conservatorio y con el apoyo incondicional de la directora pusieron a nuestra disposición todo tipo de ayuda. Se involucraron profesores y poco a poco fueron uniéndose otros chicos y chicas. Así, lo que al principio parecía imposible se hizo realidad, y el concierto se pudo hacer el día señalado. Nos dábamos cuenta de que la situación era cada día más urgente y no se podía aplazar. Se interesó también la radio e incluso quiso entrevistarnos TVE, y de este modo hemos podido ofrecer nuestro testimonio a muchos que lo escucharon.
Nuestro objetivo primordial eran las personas de Ucrania que lo estaban perdiendo todo. Deseábamos que lo supiesen y resultase motivo de alegría en primer lugar para ellos. Nos pusimos en contacto con amigos de los amigos y una de ellos, Mira, que trabaja en Cáritas de Ucrania, nos grabó un vídeo contándonos lo que están viviendo y la esperanza que les queda. Nos emocionó mucho. Quisimos compartirlo durante el concierto y tuvo un gran efecto en las muchas personas que aportaron con una donación su granito de arena.
El concierto fue un éxito porque vinieron muchos al Auditórium y porque también hubo quien lo vio por Youtube desde varias ciudades y países. La recaudación resultó mucho mayor de lo que podíamos esperar, y aún no ha terminado porque hay quien sigue viendo el concierto en diferido y nos envía su aportación. La alegría y la esperanza se multiplican. En medio de la pena y del dolor por esta violencia tan cruel y por las tantísimas víctimas, nuestro pequeño concierto ha sido una experiencia de alegría para muchos. Y nosotros hemos experimentado una vez más que si ponemos nuestro granito de arena, Dios hace el resto.
Leer más