logoIntroduzca su email y recibirá un mensaje de recuperación de su contraseña






                    




articulo

¿Qué cogobernanza?

Por Luís Henrique Marques (1)

La Ciudad ha sido una temática central en Ciudad Nueva durante 2021: derechos y deberes de los ciudadanos (abril), cambio climático y urbanismo (mayo), corresponsabilidad (junio), corrupción (julio/agosto). Además esta sección ha ido aportando reflexiones complementarias: la ciudadanía europea (mayo), la fraternidad (junio). Ahora se añade una nueva perspectiva a partir del congreso celebrado en Brasil, enriqueciendo el recorrido con una lectura latinoamericana.


pdf
Entre el 9 y el 12 de octubre se celebró el II Congreso Mundial de Cogobernanza promovido por el Movimiento Político por la Unidad (MPpU) y el Movimiento Humanidad Nueva2. Este evento, celebrado virtualmente y retransmitido desde la Mariápolis Ginetta, cerca de Saõ Paulo, en Brasil, movilizó a muchas personas, especialmente de América Latina, interesadas en promover un nuevo modelo de gestión pública de las ciudades, una propuesta aplicable también a las organizaciones privadas y al Tercer Sector. Con este artículo, me gustaría destacar algunas de las lecciones aprendidas.
 

Gobernar “con”

Cogobernar significa gobernar “con”, es decir, incluir activamente a todos los actores en la gestión de los procesos de concepción, decisión y aplicación de estrategias que beneficien a la comunidad. Implica una postura activa del ciudadano en la gestión pública, especialmente en lo que se refiere al diseño y aplicación de las políticas en los distintos ámbitos de interés. 
Un aspecto de fundamental importancia salió a la luz como fruto de la contribución específica del carisma de la unidad a la comprensión y aplicación de este concepto: la cogobernanza requiere un ingrediente esencial que la sustenta, y son las relaciones de fraternidad y unidad construidas a través del diálogo respetuoso y honesto y la cooperación concreta.
Chiara Lubich, cuando hablaba de la construcción de una nueva humanidad, afirmaba que no bastan las ideas, las estrategias, los sistemas y los recursos humanos y materiales; lo fundamental era contar con “personas nuevas”, es decir, personas que asuman profundamente valores humanos como la justicia, la paz y la ética, entre otros. No se construye una verdadera cogobernanza sin fraternidad.
 

Diferentes actores 

Este proceso exige algunos ingredientes que garanticen su eficacia: el cultivo de la confianza recíproca que haga posible la participación de los diferentes actores en el proceso de gestión (por ejemplo, en la relación entre personas de diferentes generaciones), la iniciativa de conocer al otro y formar redes de relaciones, el valor de asumir riesgos cuando sea necesario y la honestidad respecto a lo que sentimos y pensamos. 
En conversaciones con algunos participantes de este congreso, especialmente jóvenes, destacaba el hecho de que la aplicación real de la cogobernanza nace, antes que nada, de un malestar ante los problemas causados por la mala gestión pública/privada y la corrupción, que producen las ya conocidas y tristes consecuencias en lo que se refiere a la falta de cuidado y atención a la población, especialmente a la más vulnerable: precariedad de los servicios públicos en materia de sanidad, educación, infraestructuras, etc. Sin esta preocupación, que nos inquieta y agita interiormente y debería llevarnos a la acción, permanecemos pasivos, viendo cómo se perpetúa esa situación sin perspectivas de cambio.
 

Comprender los contextos 

En un proceso de cogobernanza también es fundamental una clara comprensión de los contextos donde se presentan los problemas de la gestión pública y de lo que es necesario para superarlos. Este entendimiento requiere el diálogo entre los diferentes actores, cuyas perspectivas complementarias ayudan a resolver mejor las dificultades, tratando de satisfacer sus necesidades, que a veces son diferentes, cuando no conflictivas. De este modo es posible hablar de buscar el bien común. Por ello, la colaboración entre las administraciones públicas, la iniciativa privada, el mundo académico y los ciudadanos es estratégica para conseguir soluciones que sean justas y contemplen, en la medida de lo posible, las diferentes demandas, con prioridad para la población más vulnerable. 
Una de las primeras y posibles aportaciones para aplicar la cogobernanza es crear espacios de escucha, diálogo y mediación auténticos y reales, ya sea desde iniciativas nuevas o desde acciones ya existentes.
 

Democracia y dignidad de la persona

Teniendo en cuenta los elementos que surgieron de las reflexiones, relatos de experiencias y puestas en común realizadas a lo largo del congreso, no es difícil entender la cogobernanza como un modelo de gestión adecuado para la democracia. Esto se debe, entre otros atributos, a que inspira y fortalece el desarrollo de ciudadanos activos, protagonistas y empoderados. Al mismo tiempo, requiere un nuevo tipo de liderazgo, que no sea autosuficiente, sino transparente y capaz de escuchar a la comunidad. 
Todo lo anterior acentúa la importancia de contar con ciudadanos que asuman profundamente el valor de la dignidad de cada persona. Las instituciones (sociales, políticas, económicas y culturales) no son “seres autónomos”, sino que se mantienen o cambian por las personas y sus decisiones, tomadas en relación con el otro, que pueden ser de inclusión, indiferencia o exclusión. La cogobernanza sustentada en la fraternidad solo puede lograrse mediante relaciones inclusivas y honestas, ya sea entre individuos, grupos, ciudades, esferas de poder y otros ámbitos. 
 
Corresponsabilidad, cooperación, reciprocidad
Apostar por la cogobernanza requiere adoptar una postura valiente, porque estamos hablando de corresponsabilidad, cooperación y reciprocidad, de admitir y acoger a los que piensan diferente. Nuestra mayor esperanza y esfuerzo es que la Red Internacional de Cogobernanza Fraterna que comenzó a formarse al final del Congreso, con la participación de directivos, empresarios, académicos y ciudadanos, se haga sólida y arrastre a muchas otras personas y entidades en esta desafiante empresa.
 
 
 

1 ) El autor es periodista, redactor jefe de la edición brasileña Cidade Nova. Han contribuido a este artículo con sus reflexiones: Rafaela Brito, Elaine Rodrigues de Oliveira, Flávio Dal Pozzo, Juliana César, Sarah Gomes e Sousa y Suyane Geronço.

2) Iniciativas de los Focolares que operan en los diferentes ámbitos de la sociedad.





  SÍGANOS EN LAS REDES SOCIALES
Política protección de datos
Aviso legal
Mapa de la Web
Política de cookies
@2016 Editorial Ciudad Nueva. Todos los derechos reservados
CONTACTO

DÓNDE ESTAMOS

facebook twitter instagram youtube
OTRAS REVISTAS
Ciutat Nuova