Marta: India es un país que está sufriendo muchísimo. Nos hemos puesto en contacto con algunos Jóvenes por un Mundo Unido que nos han contado cómo lo están viviendo, y nos ha impactado mucho: «¡Más de 35 millones de personas contagiadas! Crisis de salud pública y de salud mental debido a la soledad. Por no hablar de la crisis educativa porque los niños no pueden ir a la escuela. Son ellos el rostro invisible de la pandemia. Entre las familias que conocemos casi todas tienen al menos un caso de contagio. Hay un sensación general de impotencia por la falta de medicamentos y de camas en los hospitales, muchos mueren sin llegar a combatir el virus».

«¿Qué podemos hacer nosotros?» se lo preguntaron muchas veces y, como pudieron, empezaron a organizarse. En Mumbay, a las personas que viven en la calle, cuya situación era ya horrible antes de la pandemia, les resultaba casi imposible conseguir alimentos. «Con nuestro grupo nos hemos organizado  para preparar comida una o dos veces por semana y logramos distribuir unos cien paquetes de alimentos, también entre quienes viven (sobreviven) bajo los puentes». 

En los hospitales la situación es dramática: faltan camas, respiradores, oxígeno y material sanitario básico. «Una tarde supimos que uno de nosotros estaba muy grave. Llamamos a varios hospitales, pero imposible... Nos quedaba solo rezar: nos arrodillamos y pedimos ese milagro. A la mañana siguiente logramos una cama en un buen hospital».