Querido lector, me gustaría charlar contigo sobre lo vivido en el intenso año que ha acabado y los desafíos de 2021. Se me antoja difícil, pero iniciemos la conversación por este medio.

2020 ha estado marcado por la pandemia y tanto sufrimiento. Hemos vivido horas cruciales que nos han hecho conscientes de la fragilidad personal y la debilidad de nuestros sistemas sanitario y económico, de las instituciones, de la capacidad de vencer a un enemigo invisible que ha hecho temblar los cimientos sobre los que la humanidad ostentaba su seguridad. Hemos experimentado que todos formamos la única familia humana, que sufre y espera una respuesta para todos sus miembros, empezando por los más desfavorecidos.

Distribución equitativa de las vacunas y medidas para paliar las consecuencias económicas de la pandemia son dos de los más importantes desafíos de 2021, ¿no crees?

Punto 1: vacunas. Es fundamental que lleguen a todos; esto exige generosidad de los países con más recursos en favor de los que tienen menos. El debate sobre la obligatoriedad ha dado sus primeros pasos: ¿existe amparo normativo?, ¿es moralmente lícito obligar a una persona a vacunarse en contra de su voluntad?, ¿cómo deben actuar las autoridades, sobre todo en contextos de gravedad epidemiológica? Reflexionemos, considerando la libertad individual y la responsabilidad y generosidad personal en favor del bien común.