El Nobel de Física de este año premia la labor investigadora y observacional sobre una de las predicciones de la teoría de la relatividad que, a su vez, constituye uno de los fenómenos más exóticos del universo: los agujeros negros.
Los tres laureados que comparten el premio son: Roger Penrose (50%), por demostrar que los agujeros negros son una consecuencia directa de la teoría general de la relatividad, y Reinhard Genzel (25%) y Andrea Ghez (25%), cuyas observaciones demuestran que el invisible y pesado objeto que gobierna los movimientos de las estrellas del centro de nuestra galaxia, La Vía Láctea, solo puede ser un inmenso agujero negro.