Son de todos conocidos los beneficios del consumo de pescado para la salud. En concreto, los ácidos grasos omega 3 que contiene son beneficiosos para el sistema cardiovascular y son fundamentales para el desarrollo del tejido cerebral. Asimismo, el consumo de pescado mejora el rendimiento académico de los adolescentes, reduce la pérdida de capacidad intelectual en la tercera edad 

y mejora la calidad del sueño.

 

Además de estos efectos, ya conocidos, un reciente estudio realizado por científicos de la Universidad de Pensilvania, en el que participaron 541 niños chinos de entre 9 y 11 años de edad, relaciona su consumo con un aumento en la capacidad intelectual de los niños. 

 

Para realizarlo, los niños respondieron a un cuestionario sobre sus hábitos alimentarios. Al cumplir los 12 años realizaron una prueba para determinar su cociente intelectual y, finalmente, los padres proporcionaron información sobre la duración del sueño, la frecuencia con la que los niños se despertaban cada noche y la somnolencia diurna de sus hijos.

 

Variables como el nivel de estudios, la profesión o estado civil de los padres, el tipo de alimentación que recibieron en los primeros meses de vida, el lugar de residencia y el número de hermanos también fueron incluidas en el estudio.

 

Tras analizar todos los datos, los investigadores llegaron a las siguientes conclusiones:

 

- Una mayor frecuencia en el consumo de pescado se correlaciona con un sueño más 

reparador y un mayor cociente intelectual de los niños.

- Tal relación es independiente del estatus social o del nivel económico al que pertenezcan los niños.

- La calidad del sueño es la responsable de esta mejora cognitiva.

 

Los efectos parecen producirse incluso con una sola ingesta de pescado semanal.

 

Los mecanismos por los que la ingesta de pescado provoca un aumento cognitivo no se conocen con precisión, pero los investigadores creen que los ácidos grasos omega 3 favorecerían el descanso, de lo que resultaría una mejora a largo plazo de los procesos cognitivos de los niños.

 

Dada la edad de los participantes en el estudio, no ha sido posible conocer la influencia del tipo de pescado consumido, algo que se intentará descubirr en futuros estudios con adultos y adolescentes. Sin embargo, las conclusiones obtenidas manifiestan la necesidad de promover hábitos alimenticios saludables desde las primeras etapas de la vida.