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Toni Gandolfo

A raíz del sentimiento de islamofobia que los atentados yihadistas han ido generando en Europa...


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A raíz del sentimiento de islamofobia que los atentados yihadistas han ido generando en Europa, he leído que las tradiciones religiosas no pueden ser reducidas a un mínimo común denominador, sino que la voz de Dios habla a cada criatura en el lenguaje que cada cual puede entender. Me pregunto entonces: ¿son iguales todas las religiones?, ¿tiene sentido hablarle de cristianismo a un no cristiano?
N. C.
 
La referencia a la que hace mención subraya el modo con que el Padre de todos llega al corazón de cada persona. No dice que todas las religiones sean homologables, sino que afirma el carácter personal del amor de Dios, cosa necesaria para evitar que la pretensión de superioridad de una religión con respecto a otra desemboque en conflictos personales o sociales, como la islamofobia que usted menciona.
 
Esa afirmación no banaliza lo específico de cada religión, de modo que la fe cristiana conserva toda su especificidad, tal y como la ha recogido de la tradición judía, que también es una forma en que Dios se ha revelado. Aquel Dios que se manifestó «de forma rica y distinta» en la primera alianza, luego se manifestó plenamente en Jesús, Verbo encarnado.
 
Desde este punto de vista tiene sentido «evangelizar». No podemos dejar de llevar la «buena nueva» de Cristo muerto y resucitado a todas las gentes, pues a través de Él el Padre ha hablado de manera «definitiva» a la humanidad. Y eso no significa que se dé necesariamente la conversión al cristianismo casi por arte de magia, sino que se trata de descubrir el lenguaje con el que el Padre se dirige a cada uno y usar ese lenguaje para dialogar con los hermanos. 
 
Será el Padre mismo quien conduzca este diálogo hacia donde Él quiera llevarlo. Una forma es sacar a la luz todas esas semillas del Verbo depositadas en las otras tradiciones religiosas, lo que puede permitirle a la humanidad sentirse la familia de los hijos de Dios.




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