Siempre hemos querido ser una familia numerosa, sólo que en poco tiempo nos hemos visto con cuatro hijos y muchas veces tengo la sensación de que no puedo multiplicarme, lo cual me desorienta…
Siempre hemos querido ser una familia numerosa, sólo que en poco tiempo nos hemos visto con cuatro hijos y muchas veces tengo la sensación de que no puedo multiplicarme, lo cual me desorienta…
M. O.
Entiendo la situación, pues a cada hijo tenemos que poder garantizarle una atención especial con alegría y responsabilidad. Esto no es fácil, y cuando la familia es numerosa, se requiere mayor equilibrio. Ahora bien, en esos casos las relaciones son tan ricas y el entramado es tan denso que no son los padres los únicos que se ocupan de los hijos, sino que todos aprenden a atender a las necesidades de los demás. Es verdad que a todos los miembros de la familia se les exige más esfuerzo y sacrificio, pero los hijos se ven más estimulados a ser autónomos y adquieren una actitud constructiva que les permite ser menos frágiles. Por otra parte, en las familias numerosas los hijos aprenden a convivir espontáneamente con la diversidad gracias a la relación de afecto que tienen con sus hermanos.