logoIntroduzca su email y recibirá un mensaje de recuperación de su contraseña






                    




articulo

Incertidumbre

Javier Rubio

Cuando las dificultades se comparten con todos los miembros de la familia, «su apoyo es todo un consuelo».
La de Cristina, Luis y sus cuatro hijos es una de tantas familias a la que la crisis le ha pillado por sorpresa, aunque no desprevenidos. Luis es geólogo y como tal ha trabajado en el campo de las obras públicas y la construcción durante muchos años. Pero, claro, la empresa en la que trabajaba llevaba una buena temporada con dificultades para conseguir contratos, y además algunos de los proyectos en marcha se habían tenido que suspender. «Por eso –dice Luis– todos sabíamos que antes o después podíamos ser despedidos». «A mí me lo comunicaron el 27 de diciembre pasado –añade–. Aunque entraba dentro de lo posible, nunca acababa de creerme que realmente podía llegarme a mí también». Mala noticia, pues. Había que decírselo a los hijos, así que Cristina y Luis se pusieron de acuerdo y se lo comunicaron a los cuatro, de entre 20 y 11 años. «Era necesario que la situación la viviéramos en familia, y su reacción de apoyo ha sido para nosotros todo un consuelo». «¡Parece increíble! –interviene Cristina–. ¡No te crees que te pueda llegar a pasar a ti, después de haber tenido trabajo y una gran seguridad durante más de veinte años! Pero ahí estaba esa nueva situación que teníamos que afrontar juntos como matrimonio y como familia». Según la máxima de que toda crisis es una oportunidad de cambio, Luis trató desde un principio de encajar la situación de manera coherente con lo que siempre había pensado y creído («como algo permitido por Dios para mi bien»), y como una posibilidad para hacer algo nuevo. También le parecía que era una ocasión para solidarizarse con todas esas personas que están pasando por sus mismas circunstancias. Y así ha procurado actuar desde entonces. «Sin embargo –añade–sentía, y a veces todavía siento algo de frustración por lo absurdo de una carrera profesional truncada, después de tantos años de trabajo. Adiós a la seguridad, al prestigio y a la profesión». Cuando se le cumplieron los seis meses, de golpe fue consciente de que nunca había estado tanto tiempo en el paro. Y en ese momento surgieron los porqués: «¿Por qué estaba yo en el paro y mis compañeros de trabajo y muchos vecinos míos seguían yendo a trabajar todas las mañanas? Me daba envidia. Sentía la incertidumbre por el futuro, la tensión de tener que tomar decisiones… Era una cura de humildad».

Leer más



Política protección de datos
Aviso legal
Mapa de la Web
Política de cookies
@2016 Editorial Ciudad Nueva. Todos los derechos reservados
CONTACTO

DÓNDE ESTAMOS

facebook twitter instagram youtube
OTRAS REVISTAS
Ciutat Nuova