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Vivir y contarlo



Con frecuencia nos sugieren publicar breves testimonios sobre la Palabra de Vida. Este año en que se celebrará un sínodo sobre la nueva evangelización, proponemos a los lectores que nos envíen sus propias experiencias.
«¡Qué pérdida de tiempo esperar el ascensor en el hospital! Los tres ascensores de la planta baja son los que más gente usa, ¡a todas horas! Llevaba varios días cogiéndolos para visitar a un familiar, pero esa mañana tenía prisa y dos de los ascensores no daban señales de actividad. Durante diez minutos el tercer ascensor llegaba lleno y volvía a subir lleno sin que yo pudiera entrar. La impaciencia me estaba cambiando el humor. Finalmente pude entrar junto a otros diez privilegiados. Se cerraron las puertas y subió como una exhalación hasta la planta 11. Y después, una fuerte sacudida y no se movió más. ¡Estábamos atrapados! Una señora con claustrofobia comenzó a sentir gran desazón; a un señor le faltaba el aire. Muchos comentarios que no ayudaban a mantener la calma. Pulsamos el timbre de emergencia. »Tras la inicial sorpresa reaccioné. No podía encerrarme en mi temor. Cambié el chip para ponerme al servicio de los demás, como nos pedía la Palabra de vida. Pero podía hacer algo más: infundir tranquilidad, abanicar con un periódico al señor al que le faltaba el aire, cortar los comentarios negativos. Llamé por el móvil a mi familiar ingresado para que el personal de planta interviniera. »El ascensor nos devolvió en un segundo con otra sacudida a la planta -3. ¡Sin palabras! Pero el amor ahuyenta el temor e hice una broma: “Más abajo no podemos ir, así que tranquilos”. Otra chica se me suma en dar ánimos; ya somos dos. Al cabo de 20 minutos se abrieron las puertas y pudimos salir. »Aliviados y a salvo nos dirigimos a otro grupo de ascensores, más nuevos y aparentemente más de fiar. Traté de dejar sitio a los demás, nos despedimos y nos deseamos un buen día, como si esos 20 minutos de encierro nos hubieran hermanado. Gracias a la Palabra de vida llegué a la 4ª planta con un ánimo bien diferente del que se podría esperar».

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